Lo primero que debe destacarse es que los estados del norte de México tienen una ubicación latitudinal coincidente con la franja de los grandes desiertos del mundo, como el Sahara y el Arábigo, en el cinturón de las altas presiones, donde predominan las sequías recurrentes.
Hoy en día, el desarrollo de las actividades productivas y el suministro de agua potable a ciudades y poblados en esa región del país puede tener colapsos como el que se experimentó en Monterrey recientemente, por los abusos que se han cometido con la sobreexplotación de agua subterránea, la amenaza cobra mayor preocupación cuando se le adicionan los efectos del cambio climático, que conlleva sequías más recurrentes y prolongadas.
En 2018 el 7% de los municipios de 11 estados padecieron sequía de emergencia; en septiembre de 2019 el porcentaje se elevó a 18, distribuido en 18 entidades federativas, en tanto que en mayo de 2021 el número de municipios afectados significó el 35%, que involucró a 18 estados.
La creciente escasez de agua en el campo está reduciendo la producción de distintos cultivos en el país, principalmente de granos básicos como maíz, trigo y sorgo, de los cuales se prevé una pérdida de 4 millones de toneladas respecto a lo previsto por el sector primario a partir de lo sembrado.
En virtud de lo severo de la sequía en el territorio nacional durante 2022, la Comisión Nacional del Agua publicará una tercera declaratoria de emergencia en forma consecutiva. El “Acuerdo de carácter general de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa extrema o excepcional en cuencas para 2023”, cuyo proyecto fue publicado el 22 de enero pasado por la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, tiene como propósito la cesión temporal de derechos de agua destinada a la industria y agricultura para consumo humano y uso público urbano.
Athie, Kamel. (2023). La sequía en el norte de México y oeste de Estados Unidos. https://kamelathie.com/2023/04/01/la-sequia-en-el-norte-de-mexico-y-oeste-de-estados-unidos/